ACTIVISTAS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS

Jorge Aguirre

Vigencia de su pensamiento y lucha

¿Por qué escondes tu rostro olvidado de nuestra persecución

y de nuestra opresión?

Ernesto Cardenal

Este 29 de enero Jorge Aguirre y nosotros estaremos puntuales en nuestra cita anual. La ocasión será propicia para hacer presente los afanes y desvelos de nuestro gran defensor de los derechos humanos. Para el esperado encuentro de este año, escribí una carta que quiero compartir con ustedes.

Inolvidable Jorge

En este sufrido valle de lágrimas tu pensamiento y lucha nunca han perdido vigencia, al contrario, basta un pequeño esfuerzo de memoria para convencernos que los viejos problemas que padecíamos en tus tiempos de vida no se han marchado. Aquí están, agarrados a nuestra existencia con uñas y dientes. La violencia no retrocede por más conjuros que hacemos contra ella y la justicia sigue tan ciega, sorda y muda como en aquellos días de combate. ¿Y la desigualdad social?, ¿la maldita desigualdad social que tantas angustias te costó? Esa sí, para que veas, estamos a punto de aniquilarla; la solución aunque te parezca extraña la aportó el enemigo y habrá que reconocerle contundencia y no poca efectividad: desapareciendo a los pobres.

Es cierto que los dueños del mundo no han encontrado otra vía que intensificar la miseria y la exclusión social, pero estarás de acuerdo con Sánchez Navarro y compañía en que es la más barata y no toca un solo centavo de las santas ganancias de los banqueros y grandes barones de los negocios. ¡Dios nos libre de semejante herejía! Seguramente opondrás tus consabidos reparos morales y me dirás que eso es éticamente inaceptable, porque es genocidio contra los desamparados del mundo. ¿Quién podría discutir tus razones? Pero es tanta la insistencia de los ideólogos del neoliberalismo de que los pobres no cuentan para el

mercado ni para la política (la de ellos, claro) que casi nos convencen sus argumentos: los marginados no producen ni consumen, están fuera del mercado y de la vida social organizada. Sí, ya sé que luego me dirás que no producen porque les han negado el empleo y que no consumen porque no tienen ingresos y no participan en las grandes decisiones sociales porque la exclusión es total. Pero, por favor Aguirre, comprende que los dueños del dinero ya han arriesgado mucho con su participación en la bolsa de valores y buscando impedir que la oposición llegara al poder. Piensa en el estrés y la inaplazable cursera que sufrieron en las semanas anteriores al 2 de julio. No seas tan radical.

También quiero informarte que tu querida Federación de Abogados sigue terca en querer componer el mundo, sabiendo bien que la justicia de por sí ha cegado harta de tanta infamia, que su enmohecido balanza terminó por inclinarse para el lado equivocado y que la espada que blande en su diestra perdió el filo y la agudeza que la identificaban.

Pero tus viejos compañeros no tienen remedio. Allí andan el licenciado Miguel Angel Sánchez Morán, Leonel tu hermano y otros descarriados buscando reformas y parches a nuestras leyes. Te confieso que su terquedad empieza a irritarme, porque está bien que promuevan la igualdad de los ciudadanos ante la ley, pero tampoco quieran pretender la igualdad de todos en el terreno social. ¡Mejor que nos atropellen los cuatro jinetes del Apocalipsis y las siete plagas de Egipto, que vernos todos bajo el mismo rasero social! Faltaba más.

No quiero despedirme de ti sin decirte que por tus manías y actitudes obsesivas, hay conceptos y pensamientos que mucho repetías y que no hemos podido deshacernos de ellos. Uno en particular parece la sombra de nuestra vida: los derechos humanos son el instrumento efectivo en la búsqueda de la igualdad.

Por tu culpa varios jóvenes se meten en donde no los llaman, atendiendo problemas de esos pobres y marginados de los que ya hablamos. Sí, hombre, para qué quieres que te repita que lo hacen en El Fuerte, en Choix, en Ahome, en Sinaloa de Leyva, en Guasave, en Navolato, en Culiacán, en Cosalá, en Mazatlán y en Escuinapa. Mejor grábate bien que por tu culpa lo

andan haciendo. No, no quieras justificarte que ya antes alborotaron con el mismo  sonsonete Jesús Michel, Norma Corona y Carlos Gilberto Morán Cortés, porque la responsabilidad que te corresponde no podrás quitártela de encima.

Jorge, amigo y hermano, donde quiera que te encuentres, en este VIII aniversario de tu dolorosa partida, te decimos que un dulce consuelo cicatriza las frescas heridas, porque la semilla que sembraste ha dado buenos frutos.

Hasta siempre.

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Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/
Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com