La Montaña

RECONSTRUIR UN PAÍS

Toco madera para que los vientos borren las nubes negras,

ojeras de Dios.

Alejandro Rossi.

Bien dice José Emilio Pacheco: −Mira a los pobres de este mundo. Admira su infinita paciencia. Pero hay muchas cosas a las que difícilmente podemos tenerles paciencia; al menos no debemos tenérsela. Menciono algunas de ellas: entre el 1° de enero y el 11 de este mes y año 302 compatriotas perdieron la vida al desafiar el cruce de la frontera con Estados Unidos; los desplazamientos de grupos humanos que siguen multiplicándose en Sinaloa, Chiapas, Guerrero, Durango, entre otras entidades y la desaparición forzada de personas que se hace incontenible en gran parte del territorio nacional, sin olvidar los homicidios.

No son los únicos problemas de un México que da muestras de desesperación en los momentos más críticos, pues en el renglón de la economía las cosas no han marchado bien por décadas y en los últimos años han empeorado para al menos el 51 por ciento de la población. Y por si todo eso fuera poco, la mala, malísima planeación de las ciudades, el cáncer de la corrupción y la desatención a las emergencias que surgen del caos en el crecimiento urbano, cobra cuotas en vidas cada vez que llueve por encima de los promedios normales de precipitación.

A pesar de los mapas de riesgos con que se cuenta y de la existencia de recursos que bien pudieron dedicarse a resolver la emergencia de los puntos críticos de nuestras ciudades, se han priorizado las obras que dejan dinero para los bolsillos de quienes deciden para donde se dirigen los recursos. Y el crecimiento de las ciudades también prueba que los fraccionadores tienen la palabra sobre el futuro de las urbes, en donde no sólo los pobres deben armarse de la paciencia de la que habla José Emilio Pacheco, pues las clases medias, consumidoras de las deficientes construcciones ubicadas en zonas de riesgo, que tienen la bendición de las instancias municipales y estatales que deben poner límites a la creación de asentamientos que presentan riesgos, como es el caso de Valle Alto o Riberas del Río, también esas clases medias han empezado a vestir de paciencia sus reclamos y exigencias de solución. Aunque no debieran hacerlo.

Si el primero de julio la ciudadanía hizo suya la reivindicación de transformar este país, hay que insistir en la necesidad de trabajar sin descanso hasta conseguirlo. Hay algunos esfuerzos que bien merecen la pena mencionar: el domingo pasado hubo una reunión de los desplazados de Concordia con el senador Rubén Rocha, en la que estaban presentes tres diputados de la zona sur del estado y Luis Guillermo Benítez Torres, presidente electo de Mazatlán. Las familias desplazadas plantearon que las autoridades no les han resuelto sus demandas de 380 viviendas, los urgentes servicios de salud para discapacitados, adultos mayores y personas enfermas y la inaplazable seguridad, pues en los últimos dos meses han sido asesinados más desplazados. Hubo el compromiso de responder a corto plazo en los tres renglones mencionados.

Este viernes habrá reuniones con los miembros de la Cooperativa de Pepenadores del Relleno Sanitario de Culiacán y los comerciantes ambulantes de la capital. Los pepenadores están muy preocupados porque la legislatura que se fue aprobó una ley que privatiza el servicio de la basura y se les terminaría su fuente de empleo, favoreciendo, como siempre a algunos empresarios de privilegio. Esperamos que los nuevos diputados locales asistan a la reunión, que será en sus propias instalaciones y tengan una respuesta adecuada y no la resignación de que ya no hay remedio.

El sábado 13 los organismos de familiares con desaparecidos, conocidos como de las rastreadoras tendrán un encuentro con el senador Rubén Rocha, esperamos que haya asistencia de los diputados locales. Los problemas que enfrentan los siete organismos no son pocos ni superficiales. Las circunstancias plantean que haya oídos receptivos a sus reclamos de homologar las leyes locales sobre el tema y que la legislación nacional contemple las propuestas que no fueron incluidas en 2017 por el Congreso de la Unión. Pendientes con esos familiares en lucha está la creación del Consejo local de búsquedas en Sinaloa y de la Comisión de Atención a Víctimas.

Reconstruir el país no será un asunto fácil ni que demande un tiempo perentorio. Es un proceso que reclama el esfuerzo de la inmensa mayoría de los ciudadanos y que exige la dedicación plena a dicha tarea, ¿por cuánto tiempo? Por el que sea necesario. Las generaciones que hoy inician su formación (los niños y jóvenes) y las que vendrán en el futuro próximo merecen ese esfuerzo y sacrificio de nuestra parte. Será el legado más hermoso y de provecho que podemos dejarles. Nuestro compromiso hoy es detener el deterioro del medio ambiente, ponerle límites a la pobreza, ofrecer la oportunidad real de educación y trabajo y salud al alcance de todos. Es la utopía. El ejercicio pleno de los derechos humanos. Sería la verdadera trasformación de México. Vale.

Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/
Tel. (667) 712.56.80/oscarloza.ochoa@hotmail.com