La Montaña

LOS FRACASOS DE EPN

No sólo de razón sino también de deseo vive el hombre.

José de la Colina

– Nunca se habían creado tantos empleos en México. – Dijo el presidente Enrique Peña Nieto. Y no faltó a la verdad de acuerdo a las estadísticas del IMSS y del INEGI. La cifra es de 2 millones de puestos de trabajo desde diciembre de 2012 a la fecha. Pero la euforia presidencial exige un análisis de dichos empleos, pues EPN no les dio contenido.

El 70 por ciento de los puestos de trabajo creados son precarios, pues tienen ingresos de 4 mil pesos mensuales o menores. La radiografía de esos empleos nos dice que el 24.3 por ciento de los mismos tienen ingresos de un salario mínimo, que el 47.7 por ciento gana hasta hasta dos salarios mínimos y que el 72 por ciento de esos trabajadores no rebasa los cuatro salarios mínimos. Estos datos llaman la atención por el concepto de empleo precario que sostiene la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, a saber: es el que carece de prestaciones, tiene un contrato verbal, rebasa las horas de trabajo que fija la ley y cuando la remuneración no es mayor a los dos salarios mínimos.

Dice el CONEVAL (que nada tiene de revolucionario), que los empleos mal remunerados son una puerta a la pobreza. Y cuando se habla de esa puerta la referencia toca a ese 70 por ciento de los nuevos empleos, es decir, a 1 millón 400 mil puestos de trabajo, del total de los 2 millones. Y si ahondamos en el pensamiento del CONEVAL, ¿qué pensar sobre la situación de los trabajadores si los empleos que se remuneraban en 10 mil pesos mensuales o más prácticamente desaparecen en México. Regresando a los 2 millones de empleos presumidos, ¿ese es el universo demandado durante este sexenio? No. Cada año se suman 1 millón 200 mil jóvenes al mercado de trabajo. Hasta junio pasado, sólo se creó el 43 por ciento de los puestos reclamados.

En otro orden de cosas, el presidente aseguró que no habría negociaciones con los maestros de la CNTE. Lo dijo en Canadá después de los abominables hechos provocados por el Estado en Nochixtlán. Por fortuna para este país algunos factores determinantes han obligado a cambiar la negativa oficial por el diálogo. La creciente fortaleza del movimiento magisterial, el respaldo moral de amplios sectores de la sociedad, la movilización de otros grupos de trabajadores importantes y la recomendación (más política que diplomática) del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a su huésped EPN de privilegiar el diálogo con los maestros.

Se ha reanudado el diálogo el lunes 11 pasado y qué bueno que así haya sido. Ese día se estableció una ruta que puede llevar a la solución del conflicto: el miércoles 13 se establece la mesa de diálogo sobre asuntos políticos, el día 19 la mesa sobre educación y el día 21 la que corresponde a materia social. Tan importante es este paso que la burocracia del sindicato de maestros (SNTE) entra a la reivindicación de las demandas centrales de la CNTE. Lo hace con tres años de retraso, porque siente que  ha quedado al margen y rebasada por gran parte de sus agremiados. Y procura un espacio en las negociaciones. Los maestros en movimiento saben que no hay garantía de buenos resultados si no hay respaldo activo a esas negociaciones. La nutrida manifestación del miércoles por la mañana en la ciudad de México así lo hizo saber y las que se preparan en todo el país para este jueves lo confirman.

Los anteriores no son los únicos fracasos de EPN. La construcción de una planta de fertilizantes en el puerto de Topolobampo, en una zona protegida, habla de que los intereses particulares se sobreponen al interés de la Nación. El gobernador Mario López Valdez, ha dicho que la obra continuará porque hay autorización de las dependencias correspondientes, corroborando que para el gobierno federal, la legislación nacional e internacional en la materia no nos salva de la depredación de ecosistemas ni de los riesgos que la población humana pueda correr, frente a los intereses de grupos de inversionistas poderosos.

Y los fracasos parecen no tener fin. En la última semana, las madres con hijos desaparecidos en el norte conocidas como Las Rastreadoras han estado localizando restos de personas desaparecidas, las de Voces Unidas por la Vida lo han hecho en los esteros de Ceuta y la misma autoridad hace un inesperado hallazgo de ocho osamentas humanas en una fosa clandestina al norte del puerto de Mazatlán. Hallar los restos de desaparecidos es un doloroso consuelo para las familias, pero encontrarlos muertos, cuando se los llevaron vivos, es un fracaso para la autoridad que debió ser garante de los derechos elementales de esas víctimas.

Pero el papel de la sociedad no es contar historias de fracasos y menos es tarea de sus sectores más activos. Los maestros, al fin forjadores de la conciencia nacional, lo han entendido muy bien, los familiares con desaparecidos no se han ahogado en su dolor y los trabajadores del IMSS y del ISSSTE están haciendo un llamado a defender nuestro derecho humano a la salud. Los activistas defensores de derechos humanos nos sentimos muy cerca de ellos. Vale.

Profr. Oscar Loza Ochoa
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