La Montaña

RECLAMOS SOCIALES EN 2016

El futuro es incognoscible y quien diga otra cosa miente

Larry Elliott

Hasta donde no había complicaciones empiezan a brotar. Los maiceros, muy dados a aguantar plazos y promesas de pagos con zaga de ciclos anteriores, tomaron Sagarpa y el importantísimo Boulevard Zapata. Y los ciclistas, que "no suman más de diez", según el presidente municipal Sergio Torres, tomaron la calle y la explanada del ayuntamiento. Han solicitado un carril para bicicletas en el llamado Par Vial, que ignorando opiniones ciudadanas y organismos especializados, el primer edil está sacando adelante. Les niega ese derecho. La prensa fue enfática después de la manifestación de ciclistas: Sí, si fueron más de diez.

El mes de enero adelanta otras perlas que darán lata todo el año: se incrementa el costo del transporte urbano y foráneo en el estado, mientras los tumbos del peso frente al dólar abren espacio a una presión sobre los precios de buena parte de los alimentos que consumimos, pues son importados; no menos sucederá con otras mercancías fabricadas fuera del país o con insumos adquiridos allende las fronteras.

En otros tiempos se decía que el Estado estaba pendiente sobre las más leves inquietudes sociales, con el fin de darles cauce; ahora parece que las cosas no van más allá de registrarlas en el mejor de los casos, pues en el peor es la política de choque. Llama la atención una encuesta aplicada en diciembre pasado y que se enfoca sobre los problemas de seguridad. INEGI registra que para los próximos 12 meses un 36.3 por ciento considera que en materia de seguridad las cosas irán igual de mal y para un 26.6 por ciento empeorará. Para la mayoría, según la encuesta, las cosas no marcharán mejor.

Y en el marco anterior, ni las recapturas de personajes como El Chapo Guzmán ni las onerosas visitas del Papa, logran distraer la atención de los asuntos más importantes y urgentes del país, así lo prueban amplios grupos sociales que se manifiestan a través de las redes, cafés y calle. Las cosas no parecen mejorar en materia petrolera, pues si se viene una peor racha la cotización puede caer por debajo de los 20 dólares el barril. Lo que tentaría las fronteras de una catástrofe, por las implicaciones en las finanzas públicas y en el resto de la economía.

Algunas medidas pueden aliviar la situación planteada y alimentar la confianza en que la economía puede ir mejor: un aumento sustancial al salario mínimo (al menos un 10 por ciento), cambio radical de trato fiscal a las pequeñas y medianas empresas, y la inversión orientada a crear empleos productivos y mejor pagados. No parece que esas ideas se crucen en las reuniones del gabinete económico y del Banco de México. Quizá estén pensando que la receta de la fuerza pública que utilizó la Secretaría de Educación para la llamada evaluación de maestros, pueda contener los estómagos vacíos de los ciudadanos que reclamen empleo e ingresos decorosos.

Mientras ese tipo de medidas toma cuerpo, en el campo de los derechos humanos no hay descanso, pues los organismos que militan en esta causa realizan reuniones de coordinación con mayor frecuencia, al multiplicarse las demandas de acción y los familiares con desaparecidos no se han sentado a esperar a que la autoridad cumpla con los compromisos hechos en Ginebra y ante el movimiento de derechos humanos nacional. En tanto se consolidan los organismos y la coordinación nacional, en algunas regiones los familiares se lanzan a la búsqueda de sus seres queridos, sin esperar a que la autoridad los acompañe, entre otras la presión ha hecho que el trabajo se haga en conjunto.

Hay iniciativas pendientes ante el Congreso de la Unión para reformar la Ley sobre desaparición forzada de personas. Es un compromiso internacional actualizarla y debe cumplirse. Pero hay otra iniciativa (oficial) que pretende reformar los aspectos relacionados con las garantías y libertades ciudadanas y que desean anunciar en el marco del IC (99) aniversario de la Constitución Política. Hacerlo es atentar contra los derechos humanos que hoy consagra la Carta Magna. Ojalá no se haga realidad, y si se anuncia que sea la convocatoria a todos los mexicanos, para la defensa de los derechos elementales.

Después de las contrarreformas que ya sufrió la Constitución Política y que dejó moribundos los sueños de más de un millón de mexicanos que dieron su vida en la la Revolución, ¿alguien puede dudar de un nuevo atentado al Pacto Federal que representa esa Constitución? Los reclamos y las tareas para 2016 empiezan a quedar más claras. Las generaciones pasadas nos vigilan y las venideras no quieren sufrir el peso de nuestros errores y debilidades. Vale.

Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/
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