JUSTICIA, DEMOCRACIA Y ESTADO

Para los veteranos las guerras nunca terminan.

Robert Herrscher

─El tema de los periodistas es un tema muy lamentable, es un tema que los gobernantes siempre andamos buscando que no les pase nada, ni un rasguño. ─Manifestó el gobernador Mario López Valdez en el Día internacional de la libertad de prensa. Impunes quedan, los homicidios de Oscar Rivera Inzunza, Humberto Millán, José Luis Romero, Antonio Gamboa, Atilano Román y Alberto Angulo, entre otros. Indelebles en la memoria popular las agresiones a Adrián López Ortiz, director del matutino Noroeste y las que sufrieron varios reporteros de este diario, de El Debate y El Sol. No hay plazos en la procuración de justicia para periodistas ni respuestas contundentes a los justos reclamos de su gremio.

Una de las consecuencias que trae el incumplimiento de las tareas elementales del Estado, como lo es la procuración y administración de justicia, es el descrédito de las instituciones. Y lo menos que debe hacer la autoridad es enmendar (no remendar) esas grandes grietas que amenazan con derrumbar el edificio mismo del Estado. Pero pareciera que esto fuera el riesgo en Sierra Leona o en Indonesia, no en nuestro país. Pues ahí tienen que el Congreso del Estado aprobó la nueva Ley de acceso a la información y a pesar del ejercicio ciudadano que llevó 17 propuestas para enriquecer la iniciativa, la disposición para aceptarlas no fue lo destacado.

La propuesta de mayor vigor era que los funcionarios estuvieran obligados a presentar declaración patrimonial, fiscal y de conflicto de intereses, pero no tuvo cabida. Ciertamente aceptaron que los comisionados a nombrar lo sean con una convocatoria ampliamente difundida y con plazos claros por etapas, que se publiquen resúmenes de los expedientes que avalan a cada aspirante y un Comité de acompañamiento ciudadano en el proceso de asignación. Pero los diputados se salieron con la suya y ponen en riesgo la credibilidad en el proceso que asignará a los consejeros, pues no incluyeron un instrumento de evaluación de los aspirantes a comisionados. Así cómo, pues.

Y a poco menos de un mes de los comicios, el Instituto Electoral del Estado nos sale con la novedad de que no hay dinero para imprimir los seis millones de boletas que se requieren el 5 de junio. Nos dicen que necesitan 38 millones de pesos y que se negocia con el proveedor  de siempre para que dicho paquete de boletas llegue en tiempo y forma. El gobernador le ha pedido al INE que aporte el dinero porque su gobierno no tiene ese recurso. Aunque en una simpática declaración lejos de explicar el asunto, lo dejó entre azul y buenas noches: “El gobierno no es que no tenga dinero, sino que el presupuesto asignado no haya alcanzado.”

Pero aceptemos que no todo es negativo, pues los maiceros al movilizarse hasta la ciudad de México, donde se plantaron en las oficinas de la Sagarpa, lograron, por fin, que esa secretaría desembolse unos mil millones de pesos para cubrir la deuda que tiene con ellos desde el ciclo 2014-15. Ya estaban a punto de cosechar el maíz de esta temporada y no se cubrían los apoyos comprometidos en el viejo ciclo. Dos cosas debemos aprender junto a los maiceros: que sin maíz no hay país y que la unidad y la movilización son los mejores instrumentos de negociación.

Mientras eso sucede, se nos van los investigadores del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH. Sus trabajos de investigación sobre los 43 desaparecidos de Ayotzinapa chocaron irremediablemente con la llamada verdad histórica de la PGR. Su contrato venció el pasado día 30. El Estado mexicano hizo hasta lo imposible para que el trabajo del GIEI no fuera posible. No serán contratados más. Pero quién dijo que su partida deja a los padres de los 43 normalistas y al amplísimo movimiento solidario en su entorno, en la orfandad.

Nos quedan las 22 recomendaciones del GIEI expuestas el día 26 de abril, la certeza de las fallas y complicidad de las autoridades, la decisión de los padres de llegar hasta las últimas consecuencias y una solidaridad nacional e internacional a prueba de campañas sucias y de políticas de Estado que le apuestan al tiempo como el mejor aliado de los desánimos y resignaciones. ¿Qué sigue después de la partida del GIEI? Ahora se cocinan cosas muy importantes.

Cerremos estos comentarios señalando que la memoria es el azote de los tiempos y de los violadores de derechos humanos. Si pensaron que al matar a Sandra Luz Hernández, su incansable lucha por encontrar a su hijo desaparecido allí concluía, se equivocaron. Su inmolación desnuda nuestra realidad: la impunidad es el denominador común en todos los casos de desapariciones forzadas. El próximo día 12 de mayo se conmemorará el II aniversario luctuoso de esta madre convertida en activista. Sus compañeros de lucha estamos solicitando al H. Cabildo de Culiacán, que la fuente ubicada por la Calzada Heroico Colegio Militar a la altura de la colonia Mazatlán, se llame Fuente por la Justicia y los Derechos Humanos, en honor a Sandra Luz y todos los caídos en esta noble lucha. Vale.