La Montaña

MÉXICO CUESTIONADO

Las crisis actúan en la historia como laboratorios de futuro.

Yanis Varoufakis

─El dinero de la empresa no es para esas chingaderas. ─Dijo Juan Antonio Beltrán Jr., propietario de la Agrícola Beltrán, en respuesta a la angustiada solicitud de Liborio y Marlene Esmeralda, trabajadores indígenas de la empresa y padres de un bebé que falleció de pulmonía, a quien querían trasladar a Oaxaca para darle sepultura según sus costumbres. Y no los apoyó como Dios manda, dijera mi madre.

Uno puede esperar esa abominable respuesta de un inhumano patrón, pero no una actitud de complacencia de parte de la Dirección del trabajo ante semejante réplica, que conlleva signos de desprecio y discriminación hacia los indígenas. Solicitamos la intervención de Bladielena, la directora, y estuvo de acuerdo con el patrón en que no tenía obligaciones ni deberes en el caso. Por lo visto, los buenos oficios no son moneda de amplia circulación entre las autoridades laborales, así esté de por medio un asunto tan doloroso como este.

Desgraciadamente no es el único caso a lamentar, hay otros peores. La crisis, como sabemos, sigue pariendo problemas en serio. No importan discursos ni pretendidas reformas, la crisis es el rostro y la esencia de la realidad que vivimos.  El pasado miércoles 20 una explosión en la planta Clorados 3 del complejo industrial de Pajaritos en Coatzacoalcos, Veracruz, cobró la vida (oficialmente hasta hoy) de 32 trabajadores y 136 más heridos.

Algunos datos orientan nuestra búsqueda de la verdad en medio de la tragedia y desnudan al Estado mexicano y a la otrora exitosa Pemex. La empresa fue vendida a Mexichem en el primer momento de la llamada ronda 0 (cero). Su privatización fue emblemática para la “reforma”. Las cosas marcharían mejor en manos privadas, dijeron. Al entrar  la nueva administración de Pajaritos, fueron despedidos muchos trabajadores con experiencia y calificación y contratados otros sin ese perfil.

La empresa ahorraba dinero con eso, pero el riesgo de accidentes y problemas por deficiente mantenimiento se elevaba a la n potencia. Hay declaraciones de trabajadores en el sentido de que se informó con tiempo de fugas de gases y materiales químicos y que no se atendió la emergencia. Los resultados están a la vista. Pajaritos no sólo es el corazón de una tragedia, es el índice de fuego que cuestiona toda la política de Estado en torno al patrimonio energético de México. Y ahora nos convoca a retomar nuestra tradición de defensa de nuestros recursos estratégicos y a elevar como principio constitucional el derecho al trabajo y a la seguridad en el mismo.

Y como si este maldeojo no fuera suficiente, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independiente (GIEI), el que investiga el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, han presentado su segundo y último informe, para decirnos adiós. No se van porque hayan terminado la tarea. Abandonan el país porque el Estado mexicano hizo todo lo posible para que su investigación fuera imposible. Su contrato, además termina este 30 de abril y no será ratificado por la autoridad. Así de claro.

Nos dejan 22 recomendaciones y suscriben las críticas que habían señalado al gobierno federal. Ángela, Claudia, Francisco, Carlos y Alejandro, destacan en su informe una diligencia fantasma que se realizó el 28 de octubre de 2014 en el basurero de Cocula, el día anterior al peritaje oficial; señalan como no agotada la investigación sobre el quinto autobús; indican que hubo 17 casos de tortura en presuntos responsables del caso y la participación de policías de Huitzuco, entre otras cosas. Se va el GIEI, es cierto, pero su trabajo y el caso de los 43 de Ayotzina nos dejan una interminable tarea a realizar. Ante los invictos familiares y esa inclaudicable solidaridad internacional, no podemos dar ni un paso atrás. Nuestros pasos marchan por la misma senda que la de ellos.

Y para el desespero de muchos, este 1° de mayo nos dibuja un horizonte poco halagüeño. Con una deuda de cerca de 9 billones de pesos, que hipoteca cerca del 46 por ciento del PIB, con precios de ganga del petróleo y finanzas públicas a las que visita con frecuencia una implacable tijera de recortes, el Estado mexicano, solo piensa en achicar las inversiones en educación, salud y vivienda. En ese marco, los trabajadores saben ya que existe una clasificación para ellos: la generación mayor que tendrá una pensión de retiro y la que ya ha sido excluida. Sólo una gran lucha nacional salvará su situación. La economía no es conducida a buen puerto, pues si el 2015 apenas alcanzó un 2.5 por ciento de crecimiento, para este año también la tijera ha entrado en dos ocasiones a disminuir las expectativas de un 2.6 por ciento de crecimiento.

Han regresado Alma Rosa y Rosy Neris, que habían integrado la Brigada nacional de búsquedas en Veracruz. Ellas encabezan ya una nueva oleada de búsquedas en Sinaloa, tan necesarias y urgentes para muchas familias con desaparecidos. Bienvenidas y enhorabuena. Vale.

Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/
Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com