La Montaña

BÚSQUEDA DE DESAPARECIDOS

Es el tiempo de los acusados y de los jueces

Julio Cortázar

─En estos momentos salimos a buscar un puñado de corazones que han dejado de latir. Vamos a una zona de peligro llamada “La Pochota”. ─Dijo la familiar y activista Rosy Neris. Es uno de los mensajes enviados desde el mero Amatlán, punto geográfico de alto riesgo en el estado de Veracruz. Si allá la brigada nacional que busca desaparecidos se encomienda a Dios antes de entrar en acción, quienes nos quedamos acá vivimos con el Jesús en la boca durante esas jornadas de búsquedas.

En el taller que combina teoría y práctica de las búsquedas de personas desaparecidas, todos los días son de hallazgos. En uno se encuentran ropas y pertenencias personales manchadas con el líquido vital y en otro historias de los lugareños que dan testimonio de innumerables infamias. Infamias, retazos de historias que hablan de seres humanos sin vida que arrastra el histórico Río Blanco. Sí, el mismo río que lloró la represión y muerte de los obreros textiles en huelga, en aquel malhadado 7 de enero de 1907. Tanto dolor está ligado a las riberas y aguas de esa arteria hídrica, que los vecinos empiezan a llamarle Río Ensangrentado.

La prensa local y nacional ha hecho acto de presencia en el incansable trabajo que realiza la brigada nacional, donde hay una valiosa comisión sinaloense. Esto nos permite llevar una relación fiel sobre las reacciones regional y nacional de las instancias oficiales, como de los habitantes de las comunidades visitadas. Es tan sensible la presencia de la brigada nacional en la zona mencionada que cualquier dato que llegue o se exprese puede magnificarse y tener efectos preocupantes. Fue el caso de una nota periodística en relación a una llamada telefónica que mencionó que el lugar donde se trabaja era una zona caliente. Se terminó informando que había amenazas contra los activistas de la brigada. Pero por fortuna hay mucha madurez y prudencia en nuestros amigos y compañeros brigadistas.

Una de las cosas hermosas, dentro de tanto sufrimiento y lucha, es que el movimiento de búsqueda de desaparecidos se vuelve un imán natural para los familiares que han vivido callados el mismo problema, pues ahora ven un respaldo para reclamar abiertamente la presentación de su familiar, lo que no podían hacer hace apenas unos días en las condiciones de miedo en que viven. Llegaron tímidos y de a poquitos el primer día, ahora arriban con mayor confianza al lado de nuestros brigadistas. Ven una esperanza en este pequeño, pero heroico grupo de buscadores. Y cuando la esperanza toca el corazón, arrima conciencias y se vuelve una acción efectiva del pueblo agraviado.

Sabemos que no están solos los brigadistas. Cómo lo van a estar si en esos campos viven “las Patronas”, esas humildes doñas que les sobra corazón para compartir el pan y la sal con el incontable fluir de migrantes centroamericanos. Esas “Patronas” les han reiterado su solidaridad y respaldo moral este miércoles. Les han dicho que sus preocupaciones son también de ellas y que cualquier mal gesto que les hagan lo sentirán como ofensa propia. Ese encuentro de dos nobles causas bien merece un cuadro de Rivera o una intensa narrativa de Revueltas. Lamento profundamente no haber sido testigo de ello.

Una de las noticias que recibimos como brisa fresca en tarde de verano, es saber que varios párrocos han tenido la sensibilidad de preocuparse por nuestros brigadistas de Enlaces Nacionales. Enhorabuena. Destacamos aquí la disposición solidaria del padre Julián Verónica, que ha brindado techo y protección a los brigadistas. Otro encuentro digno de reconocer es el de Juan Carlos Trujillo, representando a los brigadistas, con el obispo de Córdoba, Eduardo Patiño. Ante esos oídos receptivos, Juan Carlos expresó: “La intención de este movimiento es reconstruir un poco el tejido social y tener acceso a la verdad, creemos que esa es la única manera en que podemos obtener las familias, principalmente en Veracruz, una paz y una tranquilidad”. Fue muy certero.

En medio de todo el trajín de la búsqueda y de las sesiones teóricas, nos imaginamos a Mario “la Hormiga Atomik”, escaso de carnes y sobrado de humor, hombre de inagotables energías y dueño de una imaginación para encontrar salidas en sus búsquedas como ninguno. Debe saber que muchas familias lo esperan en Sinaloa, para que un día varilla en mano, pala y güingo al hombro, salga junto a nosotros, a la búsqueda de los desaparecidos de acá.

Mientras se desarrolla ese taller teórico y práctico de búsquedas en Veracruz, Voces Unidas por la Vida y Las Rastreadoras de El Fuerte no hemos descansado. En las jornadas de búsquedas, en la zona norte del estado se han encontrado restos de dos seres humanos y en Culiacán preparamos las próximas jornadas que esperamos nos lleven a hallazgos concretos. En tanto estamos presentando una Carta compromiso a los candidatos de los diferentes partidos al presente proceso electoral, para que se manifiesten de manera concreta en materia de derechos humanos, y, muy particularmente, en el tema de desaparición forzada de personas. No es tiempo de descansar. Vale.

Profr. Oscar Loza Ochoa
Comisión de Defensa de los Derechos Humanos en Sinaloa/Jesús G. Andrade #475 Desp. 8/Culiacán, Sin./CP 80000/
Tel. (667) 712.56.80/oscar.lozao@gmail.com